Siempre elijo este hotel porque el personal es amable y servicial. La primera vez me ayudaron a encontrar mi anillo perdido. Además, el wifi es genial, hay aparcamiento cercano, se admiten mascotas y las habitaciones son libres de humo. Tiene todo lo que necesito. Volveré pronto.

Una cama super cómoda, una habitación fantástica y muy espaciosa. Una ubicación estupenda en una zona tranquila, vistas a las montañas. Además, estaba a pocos pasos de una iglesia, de las rutas de senderismo.

Siempre vuelvo a este hotel porque el personal es amable y me dio excelentes recomendaciones la primera vez que me alojé aquí. Tiene Wi-Fi, aparcamiento cercano, se permiten mascotas y hay habitaciones para no fumadores. Es perfecto para mí. Volveré otro fin de semana.

El trato maravilloso de Luján y Régine. Nos ayudaron en la planificación de nuestros días y nos hicieron sentir bienvenidos desde el primer momento. La propietaria, Régine, fue encantadora y siempre estuvo dispuesta a ayudarnos. Además, disfrutamos de excelentes charlas matutinas durante los desayunos. La ubicación del hotel en las montañas fue perfecta para nosotros, ya que estábamos cerca de los principales lugares de interés de la región. Además, la limpieza de las instalaciones fue impecable y la cama era comodísima, ideal para descansar después de nuestras largas jornadas de trekking.

Es difícil mencionar algo negativo.

Un hotel muy limpio, una ubicación estupenda y brillante. Empleados excelentes y majísimos con buenos modales. Nos sirvieron mantequilla, panes y fruta en el desayuno. No tenía ganas de irme, pasé un tiempo maravilloso e insisto, este lugar es super recomendado.

Nada que pueda mencionar.

Ubicación: el hotel estaba no muy lejos de las montañas. Además, estaba alto en las colinas.

El trato maravilloso de Lujan y Regine. Regine, la propietaria de la casa, es un verdadero encanto. Te ayuda en todo lo que puede para planificar tus días, te hace la estancia de lo más agradable, nuestras charlas mañaneras en los desayunos fueron geniales. La casa está en un pueblo en plena ascensión al Tourmalet, cerca de Gavarnie, Cauterets. La cama comodísima, perfecta para descansar tras largas jornadas de trekking. Resumiendo, reseñar la pena enorme que sentimos al tener que irnos por terminar nuestras vacaciones tras 7 maravillosos días en los Pirineos franceses. Volveremos.